Pluralidad partidista crea desafíos en la Legislatura
Por Zairelys Medina Villanueva
La entrada de lo que los analistas políticos han catalogado como “partidos emergentes”, haciendo referencia a las organizaciones políticas Proyecto Dignidad y Movimiento Victoria Ciudadana, generó un cambio en la faena acostumbrada de los partidos que han dominado la rama legislativa desde su creación.
Según los representantes Denis Márquez Lebrón, del Partido Independentista Puertorriqueño, y José Aponte Hernández, del Partido Nuevo Progresista, la asamblea legislativa actual, cuerpo encargado de la creación y aprobación de leyes, confrontó cambios serios en su dinámica debido a la presencia de legisladores de partidos emergentes.
De cara a las elecciones, es común oír a los partidos tradicionales hablar sobre el “voto íntegro” y que necesitan una “mayoría”. Pero, ¿bajo qué términos se sustentan estas expresiones?
El sistema por el cual se rige la legislatura está basado en votos. Cuantos más escaños o posiciones en la legislatura conquiste un partido, mayor será su dominio sobre los votos y, por lo tanto, sobre el pleno. De esta forma se crea una “mayoría”, con 27 escaños en la Cámara de Representantes y 14 en el Senado, que permite que cada partido tenga el espacio de implementar su propia política pública, sin necesariamente considerar la posición de sus oponentes.
Sin embargo, tras los resultados de las elecciones generales del 2020 y con la llegada de los partidos emergentes, fue imposible conseguir una mayoría absoluta en ambas cámaras. La organización con mayor dominio de los escaños fue el Partido Popular Democrático (PPD) con 25 posiciones en la Cámara de Representantes y 12 en el Senado. Esto significa que el PPD se vio obligado a negociar los votos con el resto de los partidos para conseguir sus presidencias en ambos cuerpos.
Sin embargo, estas negociaciones no se quedaron ahí. Se abrió el camino para este método de negociación en todos los asuntos legislativos; desde la aprobación de proyectos hasta decidir quién presidirá las comisiones. Según el representante José Aponte Hernández, era un asunto de “¿qué te puedo ofrecer para conseguir tu voto?”, dijo a este medio.
Para el representante con sobre dos décadas de experiencia en la rama legislativa, estas nuevas prácticas fueron “un cambio bien fuerte” comparado a lo que estaba acostumbrado a ver dentro de los trabajos legislativos.
“Una cosa es una mayoría absoluta en la que algún partido puede establecer su política pública. Otra es la pluralidad actual. La negociación siempre ha sido importante, pero comienzan negociaciones que no son las apropiadas[3] ”, expresó Aponte Hernández sin abundar en lo que considera impropio.
A pesar de que el uso constante de estas técnicas podría ser incómodo para los partidos tradicionales, estos procesos se han presentado como una oportunidad para quienes pertenecen a la minoría.
El representante Denis Márquez Lebrón, quien lleva trabajando asuntos legislativos desde 1993, subrayó que estos cambios han sido beneficiosos para él y las instituciones políticas minoritarias. Desde entonces, han tenido mayor participación durante las vistas del cuerpo, más acercamientos para negociaciones y un espacio más amplio para debatir en el hemiciclo.
Por otra parte, un factor en el que ambos representantes concordaron fue en que la legislatura actual empleó una discusión superficial en los debates. “Se trata, en ocasiones, de evitar el debate para no tener controversias demasiado vivas y por esto se traiciona a las negociaciones privadas”, argumentó Aponte Hernández. “Fue una asamblea mediocre, no hubo grandes debates en las comisiones”, insistió Marquéz Lebrón.
Según los representantes, persistió la desorganización en las labores de la legislatura. Márquez Lebrón resaltó que se celebraron sesiones y vistas en medio de “calendarios nefastos”, lo que quedó evidenciado al cierre de sesión este verano con lo que se cataloga como un descargue de medidas.
Entre las observaciones de los representantes, un asunto final a considerar fue el efecto que estas prácticas pueden llegar a tener en el electorado. Aponte Hernández advirtió que “toda situación de la legislatura que sea percibida negativamente afecta la opinión del electorado”.