Colegio electoral atesora la última palabra en reñida elección presidencial
La inclinación de estados con mayor número de votos electorales hacia algún candidato podría representar la victoria independientemente del voto popular.
Por Juan Diego Martín Cintrón
La victoria de un futuro presidente o presidenta de Estados Unidos en los próximos comicios podría ser determinada por el voto electoral de uno de los 538 miembros del Colegio Electoral, el particular sistema que se utiliza en este país, en lugar del voto público, para elegir al presidente.
El Colegio Electoral se estableció buscando que estados pequeños y con menor población tuvieran igualdad de representación electoral y no fueran dominados por estados con mayor población, que tendrían más influencia en el posible triunfo de un candidato.
Raúl Cotto Serrano, profesor retirado de teoría política de la Universidad de Puerto Rico, recinto de Río Piedras, explicó que este cuerpo “se compone de representantes electores de todos los estados, y posteriormente el Distrito de Columbia, basados en el mismo número de representantes que tiene cada estado en el Congreso. Estos se basan en el número de representantes en la Cámara, que se escogen poblacionalmente, y los senadores del Senado, que se escogen territorialmente. Todos los estados tienen un total de dos senadores, pero dependiendo la magnitud poblacional de ese estado, puedo tener una cantidad más grande de votos electorales, como es en California y Texas”.
Cada estado varía en quién puede ser elegido como elector, cómo es elegido y cuándo es elegible. Más aún, los partidos políticos en cada estado tienen la libertad de elaborar su propia lista de posibles electores.
Además, el colegio electoral también se involucra en el recuento de estos votos por parte del Congreso de los Estados Unidos.
Hay 538 electores en el colegio electoral estadounidense. Cada elector representa un voto electoral para uno de los candidatos presidenciales. Para que un candidato gane las elecciones presidenciales, debe conseguir la mayoría de los votos, es decir, 270 o más.
“Existe una regla, conocida como Winner-Take-All, que fue adoptada por 48 estados, que dice que el candidato que gane la mayoría de los votos populares en ese estado también gana todos los votos electorales. Existen dos estados, Nebraska y Maine, que no utilizan esta regla. Por su parte, estos estados proporcionalmente asignan dos votos electorales al ganador del voto popular estatal, y después un solo voto electoral por cada distrito congresional ganado”, indicó Cotto Serrano.
¿Cómo funciona?
En el caso de 48 estados, un candidato que triunfa por una amplia mayoría del voto popular gana el mismo número de votos electorales. Asimismo, el candidato que gane por medio de una serie de elecciones reñidas en varios estados podría obtener la victoria presidencial, aun cuando no consiguió la mayoría de los votos en todo el país.
Donald Trump en 2016 y George W. Bush en el 2000 son ejemplos recientes de cómo candidatos pueden perder el voto popular, pero ganar la presidencia con votos electorales. En estos casos, Trump tuvo casi tres millones de votos populares menos que la demócrata Hillary Clinton, mientras que Bush perdió el voto popular por más de medio millón contra su adversario Al Gore, pero ambos terminaron ganando la mayoría de los votos electorales.
“Los candidatos tendrán que luchar para obtener la victoria en los estados en disputa, es decir, estados que podrían inclinarse hacia cualquier candidato durante la contienda presidencial. En este cuatrienio, los principales estados disputados son Arizona, Georgia, Michigan, Carolina del Norte, Nevada, Pensilvania y Wisconsin. La inclinación de varios de estos estados hacia un candidato en particular podría significar la victoria”, concluyó Cotto Serrano.
Estos estados decisivos tendrán la última palabra en quién gana las elecciones presidenciales el 5 de noviembre, y es imposible predecir correctamente su inclinación hasta que llegue el evento electoral. Entre los estados en disputa, Pensilvania (19), Georgia (16), Carolina del Norte (16) y Michigan (15) tienen el mayor número de votos electorales y podrían ser la clave para la victoria para cualquiera de los dos candidatos presidenciales.