Comerciantes enfrentan golpe doble tras apagón masivo
Mucho antes del apagón que dejó sin servicio eléctrico a gran parte de Puerto Rico durante la Semana Santa, ya algunos comerciantes lidiaban con interrupciones constantes de energía. El golpe económico, tras el apagón masivo, ha sido doble para muchos de ellos.
Tal es el caso del restaurante de comida venezolana Budare, en Bayamón, cuyo propietario, el chef Leovaldo Mendoza, aseguró que los problemas comenzaron desde el fin de semana previo al apagón. “Veníamos afectados desde el domingo. El voltaje estaba inestable y varios equipos dejaron de funcionar”, explicó.
Mendoza recuerda que entre lunes y martes ya había hecho la compra semanal. Poco después, llegó la interrupción total del servicio. “Ya teníamos compra hecha y no hubo forma de salvar muchos de los alimentos. Lo que estaba en el cuarto frío se perdió por completo”, lamentó.
En el restaurante, todo el inventario refrigerado se afectó. La pérdida fue significativa. “Ahora estamos tratando de reponernos poco a poco. Lo más difícil ha sido mantener la operación sin saber cuándo volverá a pasar”, añadió.
Como parte de las medidas que ha tenido que tomar, el comerciante invirtió en un sistema de baterías que, al menos, permite mantener funcionando el cuarto frío en caso de otra emergencia. Sin embargo, no todos los negocios tienen esa posibilidad.
“Por ejemplo, no somos una empresa grande que puede costear placas solares”, comentó Mendoza. “Hacemos lo que podemos con lo que tenemos”.
Las interrupciones eléctricas son cada vez más frecuentes en la isla, afectando la operación diaria de cientos de comerciantes. Aunque existen alternativas, muchas no son viables para pequeños negocios que apenas logran mantenerse a flote.
Las fallas del sistema, lejos de ser eventos aislados, ya forman parte de una cotidianidad que amenaza con debilitar aún más la economía local.